Haití no da señales de frenar caos, saqueos y destrucción
Al pesado malestar sociopolítico se le agrega ahora la amenaza de que el brote de cólera se extienda y complique más la vida de la población más marginada del empobrecido país.
Haití vivió ayer otro día de protestas en Cabo Haitiano, Carrefour, Pétion-Ville, Jérémie y Grand’ Anse, asistencia parcial a clases, una aparente calma en Puerto Príncipe, en Delmas, Saint-Marc, Gonaives, Cayes e Hinche, temores por brote de cólera y asesinaros de policías y líderes de bandas.
Miles de personas se manifestaron en Cabo Haitiano para denunciar la inseguridad, el aumento de los precios y la falta de combustible, y exigir la renuncia del primer ministro Ariel Henry.
Durante la jornada fue asaltada y saqueada una tienda de Valerio Canez, en la Rue 13-14 A, cargando con electrodomésticos
No suspenderán clases
Pese a las advertencias del jefe pandillero “Barbecue” a la población, de evitar salir a las calles cuando inició el año escolar, el gobierno declaró que no habrá prórroga a la docencia, aunque espera este será “un momento difícil” .
Mientras tanto, la Conferencia de Religiosos de Haití, en una carta dirigida a los responsables de las escuelas de la congregación dijo haber aplazado la reapertura de clases y suspender la docencia online.
La asistencia a clases fue muy baja. El comercio se mantuvo cauteloso. Pocos abrieron sus puertas, por temor a los saqueos que siguen el rítmo de las protestas.
Tratamiento de cólera
La Organización Mundial de la Salud y la Organización Panamericana de la Salud anunciaron la entrega de más de 2 toneladas de insumos y material médico a Médicos sin Fronteras, para establecer un centro que podrá recibir a 50 pacientes y dar tratamiento de cólera en la comuna de Cité-Soleil.
Caen dos jefes de bandas
Fuerzas de policía mataron en Croix--des-Bouquets, una comuna del departamento Oeste, al líder de una banda que opera en la localidad La Tremblay, identificado como “Galaxy”.
Durante el operativo en el que fue abatido el líder pandillero también cayó “Nader”, uno de sus más fieros asociados al delito en Haití.
Fundación pide seguir ejemplo dominicano
La Fundación Lorquet por un Nuevo Haití (Folohna) apeló a la reflexión de sus conciudadanos, tras exhortarles a optar por un país “habitable” siguiendo el ejemplo de los dominicanos, de quienes dice “han elegido el diálogo, el progreso y la modernidad en lugar de la anarquía, el subdesarrollo y la degradación”.
Al calificar de “gravísima” la situación de crisis que vive Haití, la Fundación pide que se detenga “este espantoso espectáculo” y “dejemos de matarnos como el escorpión” mientras aún hay tiempo para evitar lo peor, porque “no beneficiará a nadie”.
Canadá preocupada
El gobierno de Canadá manifestó su “profunda preocupación” por el impacto humanitario que genera la escasez de combustible en Haití.
Sébastien Carrière, embajador del país norteamericano en Puerto Príncipe, manifestó, en un mensaje colgado en su cuenta de la red social Twitter, declaró que las autoridades canadienses alentaban a los haitianos a hacer “esfuerzos que puedan resolver este problema lo antes posible. Vidas dependen de ello”.
Todo bien en la frontera
El corresponsal en Dajabón, William Estévez, informó ayer que ese espacio fronterizo está en tranquilidad y el mercado binacional no tuvo problemas en sus operaciones. El Ejército sigue atento en sus labores de vigilancia. Igual ocurre en Pedernales.
Los haitianos cruzan sin inconveniente a comprar sus productos, aunque menos fluido debido a las protestas que se realizan en ese país.
Sepa más
Dos policías asesinados
Jude Désir, un agente de la promoción 30 de la policía, fue asesinado a tiros en Nazon, en la capital haitiana. Estaba asignado a la subcomisaría de Croix-des-Bouquets.
Este es el segundo crimen contra agentes del orden en las últimas 48 horas. Antes, fue abatido Harold Alabré, agente de la Unidad General de Seguridad de Palacio Nacional.
Listin Diario.
Haití: ¿Cómo sobrevivir a la falta de gasolina, las bandas y ahora al cólera?
Las manifestaciones han sido multitudinarias estos días y han ido acompañadas de incendios, saqueos y el bloqueo sistemático de varias arterias y de regiones del país
Junior Pierre conduce un mototaxi en Puerto Príncipe y, desde hace ya cuatro meses, se enfrenta a la falta de gasolina y al pago de precios desorbitados en el mercado negro. Él es un ejemplo de cómo los haitianos sobreviven a la escasez de combustible, la violencia de las bandas armadas y ahora también al cólera.
Tuvo que comprar un galón de carburante por 3.500 gourdes (unos 28 dólares por 4,5 litros) al quedarse sin gasolina en una zona sensible de la ciudad y confiesa a Efe que, ante esos precios, no tiene más remedio que subir sus tarifas.
"Tengo mujer e hijos, debo darles de comer y de beber", dice este conductor, quien suele estar en el Carrefour de Gérald Bataille -a pocos kilómetros de la embajada de Estados Unidos- junto a su mototaxi, últimamente una de las principales formas de moverse en Puerto Príncipe dada la falta de otros medios de transporte.
Sin rastro de combustible
La falta de carburante en Haití afecta a todos los sectores: varios centros comerciales, empresas de servicios y hospitales han comunicado el cierre de sus puertas o han adoptado horarios restringidos, aunque prometen recuperar la normalidad cuando se resuelva el problema.
Pese a que hace unas dos semanas el primer ministro haitiano, Ariel Henry, anunció que los combustibles, cuyos precios se duplicaron en menos de un año, estarían disponibles en los surtidores, la realidad muestra todo lo contrario. Y la escasez persiste.
Henry indicó que los precios de los derivados del petróleo iban a subir, pero que serían inferiores a lo que se paga en el mercado negro, al tiempo que informó de una reducción de las subvenciones.
El anuncio de esa subida intensificó las protestas contra un Gobierno al que los haitianos consideran incapaz de resolver la crisis en la que está inmerso el país desde hace años, agudizada tras el asesinato en 2021 del presidente Jovenel Moise.
Las manifestaciones han sido multitudinarias estos días y han ido acompañadas de incendios, saqueos y el bloqueo sistemático de varias arterias y de regiones del país.
Sin embargo, parece que el carburante prometido existe, pero desde hace semanas la entrada principal de la terminal petrolera está bloqueada por el poderoso jefe de la alianza de bandas armadas G9, el expolicía Jimmy Cherisier, alias Barbecue, que ha tomado como rehén buena parte del área metropolitana de Puerto Príncipe.
Según asegura en Twitter la Terminal de Petróleo de Varreux, a 29 de septiembre el estado de sus existencias era de 5.978.574 galones (816.228 de queroseno y 5.162.346 de gasolina), pero a causa del bloqueo no se puede proceder a la carga de camiones desde el día 12.
"Las barricadas levantadas y las zanjas excavadas alrededor de la Terminal de Varreux hacen inaccesible el acceso de operarios, empleados y camiones", denuncia.
Falta de agua potable pese al cólera
Ante esta situación, las autoridades se ven impotentes y va en aumento el mercado negro de combustible, que puede llegar a alcanzar los 5.000 gourdes el galón (40 dólares).
Ello repercute en todos los sectores. Este es el caso de la producción y distribución de agua potable, dado que depende de unos carburantes cada vez más escasos.
Algo en extremo preocupante ante la reaparición del cólera en Haití, enfermedad solo controlada desde 2019 tras la gran epidemia surgida poco después del terremoto de 2010 y cuyo origen estuvo presuntamente en un vertido de residuos fecales a un río por parte de cascos azules desplegados en el país, con el resultado de 520.000 personas infectadas y la muerte de al menos 7.000.
Desde el pasado domingo, la Caribbean Botting Company (CBC) -embotelladora del agua Culligan, muy consumida en Puerto Príncipe y las principales ciudades de provincias- no puede fabricar y distribuir su producto, pues, asegura, "nuestras reservas de gasóleo se han agotado totalmente".
Otro sector que anunció recortes es el bancario, el cual a partir de la víspera solo abre sus sucursales lunes, miércoles y viernes y únicamente podrá atender a los clientes "mientras las bajas reservas de combustible de las instituciones bancarias lo permitan".
La Asociación Profesional de Bancos pide la comprensión de los ciudadanos ante "esta medida excepcional y espera que se encuentre rápidamente una solución a esta dramática situación", que pone a prueba a los haitianos una vez más.